Desde hace muchos años y especialmente los dos últimos, hemos estado viviendo situaciones alarmantes de los cuales la humanidad se opone a aceptar y a responder positivamente para hacer las paces con la naturaleza. Resaltaré como hechos, la pandemia del Covid 19, las altas temperaturas registradas, las tragedias ambientales. Recordemos el paso destructor del huracán Iota por la Isla de San Andrés, además de las sequías, inundaciones, incendios forestales, tormentas y otros desastres naturales que nos deben poner en alerta acerca de la gravedad de la emergencia climática que afronta la humanidad y la biodiversidad del planeta, como consecuencia del calentamiento global, una catástrofe que se aproxima a pasos agigantados de una forma irreversible y nefasta.
El impacto del cambio climático intensifica la magnitud de estos desastres provocando enorme sufrimiento entre las comunidades más expuestas, mientras genera elevados costos económicos por los daños en ecosistemas e infraestructuras debido a los devastadores efectos de los fenómenos meteorológicos extremos. Urge acelerar los esfuerzos para hacerle frente a esta crisis limitando el calentamiento global y poniendo en marcha acciones de adaptación climática para mitigar los riesgos de los territorios vulnerables y de las personas que en ellos habitan.
Superar esta crisis medioambiental que causa millones de pérdidas humanas cada año requiere de soluciones basadas en la naturaleza con la que debemos hacer las pases cuanto antes. Todas las personas tienen derecho a vivir en un medio ambiente limpio en el que se respete y proteja su salud y dignidad. Es apremiante prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y océanos para evitar una inminente catástrofe climática en los próximos 10 años, plazo dado por los científicos para sanar y salvar nuestro planeta.
La humanidad y entre ella nosotros, no podemos seguir por el camino contrario aproximándonos a un punto de no retorno que, sin remedio, hipotecará irremediablemente nuestro futuro y el de las generaciones por venir. Démonos cuenta que cuando la tierra se molesta, la humanidad paga y a qué valor: tristeza, dolor y muerte. Seremos capaces de dejar a un lado tantas redes sociales y mucho Tik ToK? Todavía estamos a punto de hacer algo.
Julio J. González F.
Docente e Física.